Todos queremos que nuestros perros sean amables y apacibles. Cuando gruñen a otros perros (o a otras personas) nos puede provocar miedo, ansiedad e incluso vergüenza: si nuestras mascotas no saben controlarse en situaciones estresantes, nuestro trabajo de adiestramiento no se verá reflejado.
Pero el gruñido de tu amigo peludo no tiene porque ser una causa de pánico. En este artículo, te vamos a explicar qué significa un gruñido de verdad y, lo que es igual de importante, cómo reaccionar si tu perro empieza a gruñir.
Cuando un perro gruñe, ¿Qué significa?
Cuando nuestros perros gruñen, a nosotros o a otros perros, mucha gente lo interpreta como una señal de agresión. Y muchas veces, tienen razón. Sin embargo, no es ni mucho menos, solamente una cuestión de hostilidad, intimidación o mal carácter.
En realidad, un perro puede gruñir por muchos motivos: puede ser un gesto de dolor o angustia, una manera de marcar su territorio o incluso una señal de emoción cuando lo está pasando bien. Al fin y al cabo, es una manera de comunicarse y no necesariamente un indicador de agresividad canina.
Si estás preocupado por los gruñidos de tu perro, estudia bien su lenguaje corporal. Si su cuerpo está rígido, sus orejas están erguidas o tiene la cola levantada, es probable que tu perro esté inquieto y su comportamiento podría transformarse en un ataque. Si enseña sus dientes, es probable que el perro se sienta amenazado y se esté preparando para pelear. Pero si su lenguaje corporal es más tranquilo, puede que el gruñido sea solo una muestra de emoción.
¿Qué peligros tienen los gruñidos para los niños?
Como adultos, es importante supervisar la interacción entre perros y niños. Estos últimos no tienen sus habilidades de comunicación totalmente desarrolladas y pueden malinterpretar los avisos que un perro les pueda estar enviando: señales de molestia, como los gruñidos, pueden ser confundidos por diversión y juego.
Teniendo en cuenta la diferencia de tamaño y fuerza, si el gruñido del perro se traduce en un ataque el desenlace puede resultar grave. Si tienes un perro que suele gruñir y hay niños alrededor, te recomendamos que estés presente y vigilante en todo momento. Sólo cuando los niños aprendan sobre el lenguaje corporal del perro y las posibles consecuencias de un ataque, los podremos dejar a solas.
Si mi perro gruñe a otros perros, ¿Qué hago?
Es importante ser conscientes y tener en cuenta en todo momento el comportamiento de nuestro perro. Como parte de su adiestramiento, es una buena idea llevarlo al parque con correa, para que se pueda adaptar al ambiente paulatina- y tranquilamente.
Si tu perro ha empezado a gruñir de repente, o has adoptado un perro que muestra agresividad canina, mantente firme. No olvides que, el control de tu mascota, lo tienes tú.
Cuando tu perro está gruñendo, tira de la correa suavemente o llámale en voz baja para que vuelva a tí. No lo castigues. Si quieres que tu perro se tranquilice, mostrar una actitud agresiva no es la mejor manera de conseguirlo.
Una vez estéis fuera de la situación, podéis empezar un nuevo periodo de adiestramiento. Un buen truco es darle un premio cuando se encuentra en situaciones sociales; de esta manera creará una asociación positiva. También le puedes dar un juguete para ir al parque y así asegurar que está ‘ocupado’ cuando se cruza con otros perros.
Es importante llevar a tu perro al veterinario si tienes dudas o estás preocupado por su comportamiento. Cuanto más pronto tu veterinario pueda analizar la situación, más eficaz y rápidos serán los resultados.
Tu veterinario es esencial en el cuidado y salud de tu mascota.
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