¿Cómo bañar a tu gato y salir victorioso?
Justo acabas de limpiar tu casa y ves cómo tu gato está creando un rastro de huellas con sus patas. Seguramente, tu primer instinto es limpiar sus patitas. Es una buena solución si sabes con certeza que a tu gato no le molesta el agua, pero si no estás seguro de ello, ¿qué puedes hacer para bañar a tu gato? Lo último que necesitas es asustarle y que empiece a correr en cuando se abra el grifo.
Sabemos que los gatos son limpios por naturaleza, y que la mayoría no necesitan que les bañemos, ¡son muy buenos limpiándose a lamidos! Sus lenguas son únicas y tienen pequeñas púas que usan para peinarse a través de su pelaje. En raras ocasiones, cuando no pueden limpiarse por sí mismos, puede ser necesario recurrir a un baño, como por ejemplo, si se ensucian en la caja de arena o jugando en el exterior. Pero para la mayoría de las situaciones, un cepillado regular del pelaje es suficiente para mantenerlos limpios y cómodos. En el raro caso de que necesites lavar a tu gato, aquí hay algunos consejos útiles.
1. PREPARA LOS ARTÍCULOS NECESARIOS ANTES DEL BAÑAR A TU FELINO
Algunos de los artículos que necesitarás son: champú para gatos, una jarra grande, una toalla grande, unas bolas de algodón para limpiar las orejas y un pequeño paño para la cara. Asegúrate de que tienes estos utensilios al alcance de la mano antes de empezar.
2. PROCURA BAÑAR A TU GATO PREFERIBLEMENTE EN UN FREGADERO O CUENCO
Es más fácil bañarle en un fregadero en lugar de que esté sumergido en una bañera repleta de agua. Llena el fregadero con agua templada entre 5 y 8 centímetros. Es recomendable poner la misma temperatura del agua que se usarías al bañar a un bebé.
3. UTILIZA UN POCO DE ALGODÓN PARA LIMPIAR SUS OÍDOS
La mayoría de los gatos son muy higiénicos manteniendo sus propias orejas limpias. Sus hábitos de aseo son tan meticulosos que incluso se limpian por detrás y en la aleta interna de las orejas. Igualmente, tienes que revisar con frecuencia sus orejas para descartar posibles problemas o enfermedades que estén al acecho. Si están limpias, no hace falta que hagas nada; pero si no es así, entonces debes limpiarlos. Nunca coloques ningún objeto en la oreja de tu gato, incluso los bastoncillos de algodón pueden ser muy peligrosos y causar graves lesiones. Si no estás seguro o tu gato se mueve demasiado para hacerlo, acude a tu veterinario.
4. UTILIZA ROPA HÚMEDA PARA LAVARLE LA CARA
Los gatos realmente odian cuando el agua les salpica la cara. Esto puede hacer que se estremezcan e intenten escapar. Para evitarles ese mal rato, usa un paño húmedo para limpiar alrededor de sus ojos, nariz, bigotes y boca. Asegúrate de evitar que entre agua con jabón en la boca, orejas y ojos, ya que son áreas que se pueden irritar fácilmente
5.HABLA SUAVEMENTE Y CON UNA VOZ TRANQUILA
Esto ayudará a tranquilizar a tu gato y hará que su baño sea un poco más tolerable. Los ruidos fuertes le pueden asustar, así que trata de no frustrarte o alzar la voz, ya que puede causarle estrés. Además, ten en cuenta que, cuanto menos agobiado esté, más probabilidades tendrás de que coopere. Sé gentil al bañarlo y si ves que no dominas la situación, empieza poco a poco.
6. RECOMPENSA A TU GATO CON UN TRATAMIENTO CUANDO SE TERMINE EL BAÑO
El refuerzo positivo siempre es algo bueno. Cuando le das un capricho a tu gato después del baño, le estás ayudando a asociar esos momentos a algo bueno, por lo que poco a poco el baño se convertirá en uno de nuestros mejores momentos.
Ponte en contacto con tu veterinario si necesitas alguna recomendación. Bañar a tu gato puede ser todo un desafío, pero la buena noticia es que, como hemos comentado, suele ser una situación excepcional y no se tiene que realizar con mucha frecuencia y, si se hace bien a la primera, hará que los próximos baños sean mucho más fáciles.
Tu veterinario es esencial en el cuidado y salud de tu mascota.
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