Numerosos estudios lo avalan: la presencia de un perro en el hogar contribuye positivamente en distintas fases del desarrollo de los niños. Pueden ser excelentes terapeutas y confidentes e incluso convertirse en grandes amigos.
¿Cómo elegir el peludo amigo ideal para tu/s niñ@/s? Lo cierto es que no podemos darte una respuesta que sea válida para todos y cada uno de los casos, lo que te recomendamos es que tengas en consideración los siguientes factores. ¡Toma nota!
Seguridad
Desde una perspectiva de seguridad, podríamos decir que es más apropiado un cachorro de una raza pequeña o un mestizo que tengamos claro va a tener un crecimiento contenido. Sin embargo, a menudo, la práctica nos indica que cachorros y adultos de razas grandes e incluso gigantes pueden llegar a ser excelentes amigos y compañeros de la familia.
Facilidad de manejo
En cuanto a la facilidad de manejo, existen ciertas razas como los teckels u otros ejemplares mestizos que bien por su tamaño y predisposición a ser manejados de manera pueden ser compañeros idóneos para tu hogar.
Educabilidad y sociabilidad
Las capacidades de aprendizaje y socialización son un punto clave de cara a escoger el que va a convertirse en el nuevo integrante de tu familia. Puedes consultar multitud de estudios para hacer más sencilla la elección entre una u otra raza.
En el caso particular de los mestizos, deberemos ponernos en mano de los profesionales de las entidades de protección para que nos indiquen aquellas características no estandarizadas del animal fruto de los múltiples e inescrutables cruces.
Edad del niño
Para asegurarnos totalmente de la correcta elección de un perro para nuestros hijos, ten en cuenta las características de los niños en las diversas edades en su interacción con el animal.
Alrededor del año de edad, el niño es capaz de diferenciar un peluche de un perro por el movimiento natural que caracteriza a este último. Estos movimientos suelen provocar ansiedad en el pequeño, aunque desaparecerá de forma gradual si mantiene un contacto continuado con su nuevo e interesante amigo
Entre los dos y los cuatro años es cuando empieza a cimentarse una verdadera relación. El niño busca a su nuevo amigo, juega con él y le hace cómplice de sus sentimientos y travesuras.
A partir de los once años de edad, el concepto de animal está totalmente determinado y unido a un claro interés por el entorno natural. Es aquí donde se establece la base del entendimiento de los animales por parte del individuo adulto.
Teniendo en cuenta la variabilidad de interacción según las distintas edades del niño, ten muy presente que debes enseñarle a tu/s pequeñ@/s a tomar responsabilidad del cuidado de su nuevo amigo adaptándote a sus posibilidades reales.
Educando a los más pequeños en el conocimiento de las necesidades, en el manejo y en el respeto de sus mascotas, conseguirás que en el futuro se conviertan en adultos comprometidos no solo en el cuidado de sus mascotas, sino con un profundo respeto hacia la naturaleza y los seres que la componen.
Nuestros hijos deben recibir información clara de lo que supone una mascota en el hogar, una información adecuada a su edad. No debemos tratar de responsabilizar plenamente a un niño de corta edad de todas las necesidades de su mascota, aunque sí debemos implicarles en todo lo que su edad y sus capacidades permitan.
Recuerda que un perro no sustituye a un hermano, ni proporciona la educación de los padres. No obstante, si tienes la oportunidad, escucha a los adultos que han compartido su infancia o toda su vida con perros. Esa experiencia, sin lugar a dudas, confirmará que este entrañable animal es el mejor amigo del niño.
Si te has quedado con alguna duda relacionado con la importancia de una buena relación o si se detectan comportamientos inapropiados de la mascota, consulta a tu veterinario.
Tu veterinario es esencial en el cuidado y salud de tu mascota.
ENCUENTRA UN VETERINARIO