CÓMO ELEGIR UNA CORREA PARA TU PERRO

La correa es la herramienta más importante para pasear con tu perro, pues te permite controlar a tu mejor amigo, comunicarte con él y mantenerlo seguro durante vuestras aventuras juntos. Varios factores determinan qué tipo de correa es la que más os conviene, y van desde el tamaño de tu perro hasta las actividades que practiquéis.

Aquí te contamos los tipos de correas para perro y te damos algunos consejos para que elijas la mejor.

Principales tipos de correas

En el mercado encontrarás correas para perros de todos los materiales, precios y colores que te puedas imaginar, sin embargo, lo más importante es que uses la que se adapte a tus necesidades.

Correas de paseo: consisten en una tira o cinta con un nudo o lazo que sirve de agarre en un extremo y un mosquetón que se ancla al collar o arnés del perro en el otro. Usualmente miden entre 1,5 y 2
metros. La correa de paseo también es una herramienta básica para educar a tu perro.

Correas de adiestramiento: son más cortas, pues esto nos da un mayor control sobre el perro.

Correas largas: cualquier correa que supere los 3 metros se puede considerar larga. No sirven para pasear, pues se enredan fácilmente. Son correas que se usan para entrenar, especialmente las reglas básicas como recuperar elementos.

Correas extensibles: son correas largas que se retraen automáticamente. Aunque son muy populares, son pesadas y difíciles de manejar, además no son del todo seguras, pues el perro se puede llevar un fuerte tirón si echa a correr. Éstas suelen medir entre 3 y 8 metros, aproximadamente.

Correas para correr con perro: algunas correas se pueden ceñir a un cinturón. Son muy útiles para practicar deportes como el canicross. La correa suele medir de 1 a 1,35 metros.

¿De qué materiales están hechas las correas para perros?

Los materiales más comunes son sintéticos, como el nailon y el poliéster. Tienen la ventaja de ser económicos y resistentes. Sin embargo, pueden quemar tu mano si tu perro tira con fuerza, debido a la fricción.

Las fibras naturales, como el algodón y el bambú son mucho más suaves con tus manos. Sin embargo, las correas de estos materiales no son tan duraderas y es posible que se dañen si se mojan o ensucian.

Otras correas están hechas de cuero, pues es un material muy duradero, se hace más suave con el uso y te permite un mejor control sobre tu perro. Además, no dañan tus manos en caso de un tirón.

Muchas correas son mixtas; por ejemplo, con agarre de cuero pero cinta de nailon. Tienen la ventaja de ser muy cómodas, ligeras y más económicas que las de cuero.

Las anillas y el mosquetón suelen ser de metal. Es importante que estas partes sean de calidad, ya que si se rompen puede ocurrir un accidente.

Peso y grosor de la correa

Si te gustan los paseos largos, una correa ligera es mucho más cómoda. No obstante, evita correas demasiado finas, pues no son muy duraderas y además pueden dañar tus manos.

La longitud perfecta para tu perro

Las correas para perros grandes deben de ser más largas que las de perros pequeños. Esto se debe a la distancia que existe entre tu mano y el collar o arnés. Por este motivo, la longitud perfecta también depende de tu estatura.

Una correa debe llevarse con las manos relajadas y debe caer, sin tensión, en forma de ‘J’. Si siempre llevas la correa tensa, aunque tu perro no tire, seguramente es demasiado corta.

Por el contrario, si ésta se arrastra por el suelo, es demasiado larga.
¡Nunca te ates una correa a la mano, especialmente con perros grandes!

¿Por qué es importante elegir una buena correa para perros?

Cuando existe comunicación y confianza entre tu perro y tú, la correa se convierte en una extensión de tu mano. Desarrollar esta sensibilidad es difícil con correas de mala calidad, las extensibles y las llamadas antitirones. Por este motivo, te recomendamos invertir en una buena correa de paseo, así como en un collar o arnés apropiado para tu perro. Si tienes cualquier duda consulta con tu veterinario.