El embarazo psicológico en la perra ocurre cuando, sin estar embarazada, esta actúa como si lo estuviera. Sin embargo, el embarazo psicológico en perras no se limita al comportamiento, pues pueden aparecer signos físicos como crecimiento de las mamas, producción de leche e incluso crecimiento del abdomen.
Aunque es muy común, el embarazo psicológico en la perra puede ser una fuente de frustración para las familias, especialmente si no saben qué puede ocurrir o no saben cómo manejar la situación.
¡No estás solo! Tras leer este artículo, el embarazo psicológico en la perra no te volverá a tomar por sorpresa.
El embarazo psicológico en la perra y sus síntomas
Hacia el final de su celo, la perra experimenta importantes cambios hormonales y, a raíz de éstos, puede actuar como si estuviera preñada.
Desde un punto de vista psicológico, la perra busca hacer un nido para su camada imaginaria, y puede incluso adoptar un juguete como si fuera uno de sus cachorros. La perra entonces se ocupa de resguardar la seguridad de su madriguera y se puede volver celosa de su espacio y su comida. Esta es quizá la consecuencia más importante del embarazo psicológico, pues la perra puede mostrar agresividad contra sus tutores, aunque, desde la perspectiva de la perra, simplemente está protegiendo a su camada.
Además de los cambios de comportamiento, en el embarazo psicológico de la perra puede haber crecimiento del abdomen y las glándulas mamarias, junto con producción de leche. Algunas perras pueden inclusive pasar por un pseudoparto, en el que se presentan contracciones del útero. La aparición de estos signos suele ser fuente de alarma para la familia de la perra.
Cuando el embarazo psicológico tiene síntomas obvios, es muy fácil de diagnosticar. Por el contrario, cuando solo hay cambios psicológicos, especialmente agresividad, es común confundir la pseudogestación con un mal temperamento, lo cual puede ser causa de abandono. Debido a esto, se debe sospechar de embarazo psicológico siempre que exista un cambio brusco de comportamiento en una perra.
¿Por qué ocurre el embarazo psicológico?
Las perras tienen un sistema reproductivo único en comparación con otros animales. Las interacciones hormonales que ocurren al final del celo de la perra son muy complejas, así que intentaremos describirlas sin recurrir a tecnicismos.
Conceptualízalo de este modo. Para mantener un embarazo, la perra necesita producir hormonas que preparen su útero hacia el final del celo pues, de lo contrario, podría perder a los cachorros. Si la perra está preñada, ¡genial!, el útero está listo; pero si no ha quedado preñada, las hormonas de la perra actúan como si estuviera embarazada, independientemente de su estado: una especie de embarazo hormonal.
Esto ocurre en muchos otros animales, pero, en la perra, el embarazo hormonal dura casi lo mismo que una gestación normal, alrededor de 64 días. Esto ocurre celo tras celo. Entonces es lógico preguntar:
¿El embarazo psicológico en la perra es un fenómeno fisiológico o se trata de una enfermedad?
Pues bien, debemos preguntarnos si el embarazo psicológico cumple alguna función, desde el punto de vista evolutivo. En vida silvestre, los perros viven en manadas con una jerarquía muy estricta y, a la cabeza, está la perra alfa. Dentro de la manada, las perras coordinan sus celos, aunque únicamente la perra alfa queda embarazada. Entonces, las otras perras desarrollan embarazos psicológicos de modo que pueden actuar como nodrizas para los cachorros de la perra líder y como madres adoptivas si esta llegara a morir. Este sacrificio por parte de las perras con menor rango en la jerarquía garantiza la supervivencia de la manada y, paradójicamente, aumenta las probabilidades de que puedan tener crías propias en un futuro. Sin lugar a duda, ¡la biología es sorprendente!
No todas las perras desarrollan síntomas de embarazo psicológico, pero debemos saber que todas las perras tienen un alto nivel de hormonas del embarazo al terminar su celo.
¿Hay razas más propensas al embarazo psicológico?
En nuestras perras domésticas, la pseudogestación ocurre frecuentemente, aunque muchas veces pasa desapercibida. En algunas razas (Afgano, Salchicha, Beagle y Bóxer) el embarazo psicológico se puede presentar en el 50-75 % de las perras (Root et al., 2018). Sin embargo, este fenómeno puede aparecer en todas las razas, ya que se fundamenta en un proceso hormonal típico de la perra.
Las perras esterilizadas ¿pueden tener embarazo psicológico?
Sí. Muchas veces, la esterilización puede suscitar un embarazo psicológico, especialmente cuando se hace inmediatamente después de un celo. Por este motivo, lo mejor es esperar hasta pasados 3 meses tras el final del celo para operarla.
Una vez que se han quitado los órganos reproductores, la perra ya no puede producir las hormonas que precipitan una pseudogestación y, por lo tanto, ya no se puede presentar un embarazo psicológico.
Embarazo psicológico en la perra: tratamiento
En la gran mayoría de los casos, lo mejor es no intervenir. Esto puede resultar sorprendente, pero los embarazos psicológicos casi siempre se resuelven por su cuenta. Sin embargo, existen tratamientos que pueden consultar con su veterinario.
¿Qué hacer si mi perra tiene un embarazo psicológico?
Si el embarazo psicológico se ha convertido en un fenómeno recurrente o hay signos de agresión, lo mejor es esterilizar a la perra en cuanto pase el embarazo o, si esta forma parte de un programa de crianza, permitirle que se embarace en el siguiente celo.
Debemos reconocer que hay algunos casos severos de pseudogestación en los que la perra muestra agresividad extrema y una gran producción de leche. En estos casos, tu veterinario puede elegir dar un tratamiento a base de cabergolina (Gorbello, 2021).
Si tu perra comienza a producir leche, es muy importante que no intentes ordeñarla, pues esto solo estimula las hormonas que produjeron la pseudogestación en un principio. Es decir, al estimular las glándulas mamarias agravas el embarazo psicológico. Si tu perra tiene un crecimiento importante de sus mamas, puedes intentar aliviarla con compresas, alternando frío y caliente. Esto suele descongestionar la zona. También es común que la misma perra estimule sus mamas cuando tiene embarazo psicológico, en estos casos, el collar isabelino suele ser la única solución.
Normalmente no es necesario utilizar tratamiento farmacológico para que desaparezca, aunque a veces, por el problema que supone al tutor y las complicaciones para el animal (como por ejemplo: mamitis por una gran producción de leche, alteraciones del comportamiento); se pueden usar inhibidores de la síntesis de prolactina como la cabergolina. (Gorbello,2021).
¡Recuerda siempre consultar con tu veterinario!
Tu veterinario es esencial en el cuidado y salud de tu mascota.
ENCUENTRA UN VETERINARIOReferencias
Gobello, C. (2021). Revisiting canine pseudocyesis. Theriogenology, 167, 94-98. https://doi.org/10.1016/j.theriogenology.2021.03.014
Memon, M. A. (2013). False pregnancy in small animals. MSD Veterinary Manual. https://www.msdvetmanual.com/reproductive-system/reproductive-diseases-of-the-female-small-animal/false-pregnancy-in-small-animals
Root, A. L., Parkin, T. D., Hutchison, P., Warnes, C. y Yam, P. S. (2018). Canine pseudopregnancy: an evaluation of prevalence and current treatment protocols in the UK. BMC Veterinary Research, 14(1), 1-12. https://doi.org/10.1186/s12917-018-1493-1