¡MI GATO TIENE LOMBRICES!, ¿QUÉ HAGO?

Las lombrices son parásitos internos muy comunes en el gato y prácticamente todos los mininos las padecen en algún momento, aunque no salgan de casa. En gatos con un buen sistema inmune y por lo tanto sanos no causan muchos problemas, pero si en gatos enfermos, gatitos o gatos geriátricos. Además, algunos tipos de parásitos internos de los gatos pueden afectar a las personas.

Tras leer este artículo, sabrás lo más importante sobre las lombrices de los gatos: qué son, cómo se trasmiten, cómo se previenen y cuál es el tratamiento.

Tipos de parásitos internos en gatos

Hay muchos tipos de parásitos internos. Seguramente estés familiarizado con los intestinales, pero ¿sabías que algunos pueden afectar al pulmón y corazón de tu gato? Es importante conocer la diferencia entre ellos, ya que la transmisión, prevención y tratamiento son distintos.

Las principales lombrices que atacan los gatos son: gusanos redondos, gusanos planos o tenias, gusanos gancho o anquilostomas, gusanos pulmonares y gusanos del corazón.

Gusanos redondos en gatos

Estas lombrices invaden el intestino de los gatos y suelen ser causa de diarrea. Al “robar” los nutrientes del gato, provocan pérdida de peso y que el pelaje se vea opaco y sin vida. En infestaciones severas, es muy común que el gato tenga el abdomen duro y redondo, como si estuviera hinchado. Por lo cual, en los casos más extremos, un gran número de gusanos puede causar una obstrucción intestinal y, si esta no se corrige por medio de cirugía, la muerte del gato.

A veces aparecen las lombrices en las heces e incluso en los vómitos en gatos con infestaciones muy graves. Las puedes diferenciar de los otros tipos de lombrices porque son redondos, largos, de color blancuzco. Las hembras pueden medir varios centímetros, mientras que los machos son mucho más delgados y pequeños.

Los gusanos intestinales tienen un ciclo directo.

Esto quiere decir que pasan de gato a gato sin la necesidad de un huésped intermedio, por lo que es posible que el gato se reinfecte a sí mismo.

Las hembras liberan cientos de huevos que el gato elimina con las heces. Dentro del huevo, se desarrolla una larva que pasa por varias etapas de desarrollo. Cuando un gato ingiere los huevos larvados, entonces la larva se libera en el organismo y comienzan otras fases de desarrollo larvario en las que el gusano migra por el hígado y los pulmones. Finalmente, el gusano alcanza el intestino, donde termina de madurar y se reproduce.

Los dos gusanos intestinales de mayor relevancia en el gato son Toxocara spp. y Toxascaris spp. Ambas representan un gran riesgo sanitario, ya que pueden infectar a las personas. Toxocara en particular se ha convertido en un problema,  pues un porcentaje significativo de espacios públicos están contaminados con huevos de este parásito: 21 % a nivel mundial, 18 % en Europa (Fakhri et al., 2018).Todo sitio donde defequen gatos o perros debe considerarse contaminado.

La toxocariosis humana no se desarrolla igual que en el gato. Puesto que el ser humano no es el huésped habitual de este parásito, las larvas migran a otros lugares como pulmón, ojo y sistema nervioso en los casos más graves.

Tenias en el gato

Las tenias, son lombrices que se componen de muchos segmentos pequeños tenia y se aferra al intestino por medio de la cabeza (escólex). Las tenias pueden llegar a ser muy largas y cada proglótide tiene la capacidad de liberar cientos de huevos.

Por lo general, las tenias no suelen causar demasiados problemas a los gatos sanos, a menos que haya muchas de ellas. Sin embargo, no debemos subestimarlas, ya que poco a poco van mermando el bienestar de nuestros amigos peludos, robándoles nutrientes y causando malestar abdominal.

A veces, el escólex se libera y la tenia termina en el estómago, causando vómitos y dándote una sorpresa muy desagradable, pues es probable que veas al gusano entero. Es muy común que aparezcan proglótides en las heces, estos pequeños segmentos se asemejan a granos de arroz blanco. A veces, las proglótides se quedan adheridos al pelo alrededor del ano del gato.

A diferencia de los gusanos redondos, las tenias tienen un ciclo indirecto.

Es decir, antes de que la tenia pueda infectar a un gato, primero debe infectar a otra especie. La tenia más común del gato, Dipylidium caninum, tiene como huésped intermedio a la pulga. Cuando el gato libera proglótides en las heces, las larvas de las pulgas ingieren los huevos y la tenia se va desarrollando hasta que se forma un cisticerco (un quiste) dentro de la pulga adulta. Cuando el gato se acicala, es muy común que ingiera unas cuantas pulgas y, con ellas, cisticercos de tenia.

Dipylidium caninum puede infectar al ser humano, especialmente a los niños pequeños y personas con inmunodepresión.

Existen otras tenias capaces de infectar al gato. Sus huéspedes intermedios suelen ser roedores o animales pequeños. Estas lombrices forman un cisticerco en el hígado del roedor y, cuando el gato los devora, ingiere también a la forma infectiva del parásito.

Anquilostomas en el gato

Los anquilostomas son gusanos redondos y ganchudos que se alimentan de la sangre de los animales. Miden unos cuantos milímetros, así que difícilmente verás uno en las heces de tu gato. Además, pueden infectar a un minino de varias formas:

• Ingestión directa de larvas
• Ingestión de presas (ranas, lagartijas) contaminadas con larvas
• Penetración directa de la piel
• Por medio de la leche de la gata

Así pues, los anquilostomas tienen un ciclo tanto directo como indirecto. Estos insidiosos parásitos son un problema mayor en el perro, sin embargo, pueden causar una anemia severa en los gatitos. Los anquilostomas pueden permanecer enquistados en una gata, esperando el momento perfecto. Entonces, cuando llega una camada de gatitos, se liberan por la leche y, de este modo, los cachorros de gato quedan infectados.
Un problema grave con los anquilostomas es que las larvas pueden sobrevivir en terrenos contaminados durante varias semanas. Además, pueden penetrar la piel de muchos animales, incluidas las personas. Los anquilostomas son un problema principalmente en Asia, Oceanía y América Latina.

Gusano del corazón en el gato

A diferencia del resto de gusanos que hemos visto, el gusano del corazón (Dirofilaria immitis) no pone huevos, sino que libera diminutas lombrices microscópicas (microfilarias) en la sangre de perros y gatos. Entonces, cuando un mosquito se alimenta de la sangre de este animal, ingiere una gran cantidad de microfiliarias. Una vez que el gusano madura a su fase infectiva, un gato, un perro e incluso una persona pueden infectarse con la picadura de ese mosquito. Las larvas migran por el organismo hasta que el adulto alcanza el corazón, y el ciclo se repite.

La dirofilariosis felina es una enfermedad muy grave que puede ser mortal para el gato. Generalmente produce una enfermedad respiratoria que en muchas ocasiones se confunde con asma. Una o dos dirofilarias adultas son suficientes para matar al gato.

Desafortunadamente, es común que la dirofilariosis felina no se diagnostique a tiempo, pues el primer signo suele ser la muerte repentina siendo la prevención la única forma de poder evitar la enfermedad.
El gusano del corazón es un serio problema para la salud humana, pues, aunque el gusano adulto no puede invadir el corazón de las personas, las migraciones larvarias pueden causar estragos en los pulmones de personas susceptibles.

Gusanos pulmonares en el gato

Existen varias especies de gusanos pulmonares en los gatos, pero el más importante es Aelurostrongylus abstrusus. Este parásito infecta al gato cuando el minino se come a una presa que lo porta. El gusano pulmonar se abre camino desde el intestino hasta los pulmones, causando daño a los diferentes tejidos. Una vez en los pulmones, puede desencadenar reacciones alérgicas con síntomas graves.
El ciclo de vida de este parásito es indirecto. Los gusanos adultos viven en los alvéolos y los bronquiolos del gato. Las hembras depositan huevos y las larvas nacen en los mismos pulmones y se abren camino hasta la laringe. Entonces el gato se traga las larvas, estas pasan por todo el tracto digestivo y se excretan junto con las heces.

Una vez fuera del gato, la larva debe infectar a un gastrópodo (caracol o babosa) para terminar su desarrollo. A pesar de que el ciclo del gusano pulmonar es tan complicado, tiene una distribución mundial y es un problema serio en algunas partes de Europa, especialmente en la cuenca del Mediterráneo.

Lombrices en gatos: síntomas

Los síntomas de lombrices en el gato dependen del tipo y la cantidad de parásitos. Por lo general, los síntomas son inespecíficos y es imposible diagnosticar si un gato tiene lombrices basándose solo en estos. Si sospechas que tu gato tiene parásitos internos, es importante que acudas a tu veterinario.

Tipo de parásito	Nombre científico	Síntomas
Lombrices intestinales	Toxocara catis, T. canis. Toxascaris leonina	Diarrea, mala condición corporal, pelaje opaco, abdomen distendido.   Obstrucción intestinal en casos graves.
Tenias	Dypilidiuim caninum   Taenia taeniaeformis Echinococcus multilocularis	Diarrea, dolor abdominal, irritación en zona perianal.   Obstrucción intestinal en casos graves.
Anquilostomas	Ancylostoma ceylanicum, A. tubaeforme, A. caninum Uncinaria stenocephala	Lesiones en patas, tos, diarrea, diarrea sanguinolenta. Anemia en infestaciones severas.
Gusano del corazón	Dirofilaria immitis	Tos, pérdida de peso, intolerancia al ejercicio, muerte repentina.
Gusano pulmonar	Aelurostrongylus abstrusus	Tos, dificultad para respirar, pérdida de peso, pneumonía.

Lombrices en gatos: tratamiento y prevención

La higiene es crucial para proteger a gatos y personas de muchos de estos parásitos, sin importar si su ciclo es directo o indirecto, como un manejo correcto de las heces y el buen uso del arenero.

En el caso de las tenias, además de la higiene, es posible eliminar al parásito si se logra controlar al huésped intermedio. Por lo tanto, un tratamiento eficaz y de larga duración frente a pulgas evita la transmisión de Dipylidium caninum.
El gusano del corazón representa un caso especial, ya que como hemos comentado, si queremos mantener a salvo a nuestro gato la única forma de hacerlo es a través de la prevención. Hoy en día existen tratamientos antiparasitarios trimestrales que, además de controlar a pulgas y garrapatas, también permiten prevenir frente al gusano del corazón. ¡Pregúntale a tu veterinario!

Referencias

Fakhri, Y., Gasser, R. B., Rostami, A., Fan, C. K., Ghasemi, S. M., Javanian, M., … y Moradi, B. (2018). Toxocara eggs in public places worldwide-A systematic review and meta-analysis. Environmental Pollution, 242, 1467-1475. https://doi.org/10.1016/j.envpol.2018.07.087

Moskvina, T. V. (2018). Current knowledge about Aelurostrongylus abstrusus biology and diagnostic. Annals of Parasitology, 64(1).
Overgaauw, P., & Nijsse, R. (2020). Prevalence of patent Toxocara spp. infections in dogs and cats in Europe from 1994 to 2019. Advances in Parasitology, 109, 779-800. https://doi.org/10.1016/bs.apar.2020.01.030

Traub, R. J. (2013). Ancylostoma ceylanicum, a re-emerging but neglected parasitic zoonosis. International Journal for Parasitology, 43(12-13), 1009-1015. https://doi.org/10.1016/j.ijpara.2013.07.006