Muchos propietarios creen que sólo es necesario desparasitar a sus mascotas en primavera y verano y que con la llegada del frío los parásitos desaparecen. Nada más lejos de la realidad. En este artículo desmentimos este mito tan extendido y te contamos por qué las pulgas y garrapatas son una amenaza real para la salud de nuestros amigos peludos y la del resto de la familia, independientemente de la época del año en la que nos encontremos.
Conoce todo acerca de las pulgas y garrapatas en invierno.
Índice de contenidos:
- ¿Por qué los parásitos externos sobreviven al invierno?
- Las garrapatas en invierno
- Las pulgas y el frío
- Prevención de pulgas y garrapatas en invierno
¿Por qué los parásitos externos sobreviven al invierno?
Las pulgas y las garrapatas, como cualquier otro ser vivo, tienen la capacidad de adaptarse a las condiciones adversas del entorno así como a los cambios de temperatura repentinos.
Además, cada vez es más habitual que nuestros perros convivan con el resto de la familia en el interior del hogar donde las temperaturas son más estables que en el exterior. Esto facilita que los parásitos externos estén presentes durante el invierno también. Es por ello que el riesgo de picadura existe prácticamente durante todo el año. Especialmente en nuestro país, donde en muchas localizaciones las temperaturas invernales son suaves y el frío hace acto de presencia sólo en días puntuales.
Por este motivo, la llegada del frío no debería ser excusa para bajar la guardia ante las pulgas y garrapatas. Estos parásitos son portadores de enfermedades que pueden poner en riesgo la salud de nuestras mascotas y además ser transmitidas a cualquier miembro de la familia, siendo los niños y las personas con las defensas bajas los más vulnerables. En este sentido, una correcta prevención es fundamental para asegurar el bienestar de tu mascota (y el de toda la familia) durante todo el año.
Las garrapatas en invierno
Las garrapatas son parásitos que se alimentan de la sangre de sus hospedadores y que, para reproducirse, ponen huevos en lugares como la arena, debajo de las piedras o en las grietas de las paredes. Una vez depositados, los huevos de garrapata pasan por distintas fases de desarrollo en las que deben seguir alimentándose para que se produzca la muda correspondiente y puedan avanzar a la siguiente fase evolutiva.
¿A qué temperatura mueren las garrapatas?
Salvo en condiciones de frío extremo, los huevos de garrapata pueden transformarse en larvas y hacer uso de sus patas traseras para trepar por árboles y plantas y posteriormente anclarse al animal parasitado a través de sus potentes mandíbulas. A partir de ese momento, la garrapata puede empezar a ingerir sangre del animal y transmitirle los virus, bacterias o protozoos de los que es portador.
Las pulgas y el frío
Las pulgas son insectos de color oscuro y con el cuerpo aplanado lateralmente. Aunque no tienen alas, cuentan con una gran capacidad de salto. El tamaño de la pulga es más reducido que el de una garrapata, siendo prácticamente imperceptible al ojo humano.
¿Pero cuál es su mecanismo de acción? Muy sencillo: las pulgas ponen sus huevos en el pelo del animal. Una vez depositados, los huevos pueden caer en cualquiera de los lugares de tránsito habitual de nuestra mascota (ropas, camas, alfombras, sofás, sillones, etc.) de tal forma que pueden seguir reproduciéndose y campando a sus anchas por toda la casa durante todo el año si no hacemos nada para remediarlo.
Prevención de pulgas y garrapatas en invierno
No importa el frío. Los parásitos externos están presentes durante todo el año y pueden picar a tu mascota y transmitirle enfermedades en cualquier momento. Si tu mascota vive en casa con vosotros, ten especial precaución con las pulgas, pues la reinfestación es siempre posible si existen formas juveniles en el interior del hogar.
De cara a mantener a tu mascota y al resto de la familia protegida de pulgas y garrapatas, ten muy presentes los siguientes puntos:
- Consulta con el veterinario cuál es el tratamiento antiparasitario que mejor se adapta a tu mascota teniendo en cuenta factores como la zona de residencia, el estilo de vida de tu mascota, su raza, tamaño o peso ¡Sigue al pie de la letra sus instrucciones!
- Limpia regularmente sus accesorios textiles con productos específicos: cama, mantas, etc. Si tu perro se refugia del frío dentro de casa, desinfecta alfombras, tapicerías, colchones y demás espacios que compartas a menudo con él.
- El cuello y las orejas son algunas de las zonas preferidas para las pulgas y garrapatas. ¡Revísalas a menudo!
- Dale un baño con champús antiparasitarios. Recuerda que la frecuencia con la que debes bañar a tu perro dependerá de la longitud de su pelo, su raza y su alimentación. Ante la menor de las dudas, pídele consejo a tu veterinario.
- Cepíllale el pelo varias veces por semana. De esta manera, evitarás la acumulación de nudos y suciedad y podrás detectar la existencia de parásitos externos en tu mascota.
Tu veterinario es esencial en el cuidado y salud de tu mascota.
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