LA DIARREA EN LOS PERROS

Es prácticamente imposible que a lo largo de la vida de nuestro peludo compañero no se presente, en al menos una ocasión, una diarrea.

Antes de detallar sus posibles causas, debemos tener en cuenta que para considerar que nuestro perro tiene diarrea se deben presentar los siguientes síntomas:

• Disminución de la consistencia de las heces.
• Aumento de la frecuencia y/o del volumen de defecación.

A menudo, sin razón patológica alguna, la consistencia de las heces puede disminuir sin que aumente la frecuencia de defecación. Aunque en estos casos no hablaríamos estrictamente de una diarrea, si la situación se prolonga deberíamos hacer una visita al veterinario para pedirle opinión.

Aclarado este asunto, es el momento de tomar nota de las principales razones que pueden provocar diarrea a un perro:

DIARREA EN PERROS: TRASTORNOS DEL INTESTINO DELGADO             

Los trastornos en el intestino delgado de los animales de compañía pueden presentarse con frecuencia debido a la gran variedad de enteropatías agudas y crónicas que les pueden afectar. Estas alteraciones pueden aparecer por alteraciones alimentarias (intoxicación, cuerpos extraños, alimentos inadecuados, excesos alimentarios…), agentes infecciosos, parásitos, virus, fármacos, etc.

Para comprender un poco mejor los mecanismos de la diarrea, podemos clasificarla en los siguientes tipos:

1. DIARREA OSMÓTICA O DE MALABSORCIÓN

La diarrea osmótica es la más común en perros y gatos. Se origina por la presencia de nutrientes no absorbidos en la luz, que producen una difusión pasiva de agua hacia la luz intestinal que concluye en una diarrea liquida o de heces blandas. Entre los factores que pueden causar este tipo de diarrea a un perro, encontramos la mal digestión, la mal absorción o la sobrealimentación. Suele desaparecer tras un ayuno de 24 a 36 horas.

2. DIARREA SECUNDARIA A LA ALTERACIÓN DE LA PERMEABILIDAD DE LA MUCOSA

La barrera de permeabilidad intestinal está formada por uniones epiteliales, vasos linfáticos, capilares sanguíneos y por el sistema inmunitario de la zona, de manera que cualquier alteración que se produzca en estas estructuras puede concluir en diarrea. En estos casos, las heces pueden contener sangre y la dieta no suele ser suficiente para la desaparición de la diarrea.

DIARREA EN PERROS: TRASTORNOS DEL INTESTINO GRUESO

De todos los trastornos que pueden alterar el intestino grueso de nuestros fieles compañeros, la colitis (o inflamación del colon) que cursa con diarrea es la más común.

En la mayoría de los casos de diarrea aguda de intestino grueso se curará con el ayuno de sólidos y con acceso al agua durante 24-48  horas que reducirá la diarrea.

Existen múltiples factores que pueden desencadenar una colitis y que pueden provocar diarrea a un perro: agentes infecciosos, tóxicos, inflamatorios o dietéticos. Aunque es importante fijar un calendario de desparasitaciones internas para su prevención, las razones dietéticas suelen ser las más frecuentes y las más fáciles de evitar. Los cambios de alimentación, el abuso de alimentos ricos en grasa, la incorporación de la carne a la alimentación comercial, el consumo de alimentos “humanos” o el acceso a basuras son los ejemplos más claros.

En caso de duda,  consulta a tu veterinario.