Los gatos son tan particulares como su apetito. Por ello, es importante que tengas en cuenta que hay determinados alimentos prohibidos en gatos porque pueden perjudicarle.
Productos tóxicos para tu gato
Un momento de descuido puede tener consecuencias fatales para la salud de tu mascota. Las cebollas y el ajo les pueden provocar anemia hemolítica, y el chocolate olvidada puede provocar diarrea, vómitos entre otras cosas peores. Las frutas y verduras crudas (pero no las patatas crudas, que contienen solanina, un compuesto químico tóxico que se vuelve inofensivo al cocinar) están bien con moderación pero siempre bajo la supervisión de un veterinario.
Cuidado con tu gato y las plantas
Hay muchos tipos de plantas en tu hogar o jardín que también pertenecen a la lista de «Alimentos Prohibidos». Algunas plantas ornamentales pueden convertirse en asesinos ocultos, por ejemplo la común dieffenbachia.
¿A los gatos no les encantaba la leche?
Probablemente hayas escuchado más de una vez que a los gatos les encanta la leche. Pero quizás no sea tan buena como se pensaba. Realmente, no es que la leche sea tóxica para los gatos, sino que no pueden digerir la lactosa, al igual que la intolerancia a la lactosa en los humanos. Da la falta de enzimas en su intestino delgado, provocándoles diarrea.
Otros alimentos no tolerados por los gatos
El almidón y por lo tanto los alimentos que lo contengan como el arroz o la pasta, pueden provocarles diarrea. La carne o el pescado crudos pueden contener bacterias (por ejemplo, salmonella), virus (virus de la enfermedad de Aujeszky en la carne de cerdo cruda) o parásitos como tenias o toxoplasmas. Cocinar estos alimentos minimiza el riesgo de infección.
Pocas personas se dan cuenta de que las claras de huevo también son difíciles de digerir para los gatos. Los huevos crudos contienen un inhibidor de tripsina que impide la digestión de proteínas, por lo que alimentar a tu gato con muchos huevos crudos puede provocar problemas digestivos. Las claras de huevo cocidas, por otro lado, no son perjudiciales.
El inhibidor responsable también está presente en las lentejas, garbanzos y productos de soja. Además, las legumbres contienen carbohidratos, que solo se descomponen y se hacen digeribles al cocinarlas. Los huesos de carne cruda pueden romper los dientes de tu gato, dañar su garganta y tracto gastrointestinal. Además, los huesos cocidos no son mejores porque tienen más probabilidades de astillarse.
Es importante que vigiles a tu gato y lo protejas ante estos alimentos prohibidos. Ante cualquier síntoma llevarlo al veterinario.
Tu veterinario es esencial en el cuidado y salud de tu mascota.
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