El moquillo canino: síntomas, factores y tratamiento
En este post te contamos las claves del moquillo canino, una enfermedad vírica muy contagiosa. Aunque puede afectar en todas las edades, es más habitual en cachorros no vacunados, por lo que es muy importante la prevención a través de la vacuna.
Índice de contenidos:
- ¿Cómo se transmite?
- Factores que intervienen en la evolución
- ¿Cuáles son los síntomas que manifiesta y su diagnóstico?
- ¿Cómo puede tratarse?
1. ¿Cómo se transmite?
Los perros infectados por el moquillo canino eliminan el virus a través de secreciones corporales incluso antes de que se hayan manifestado los síntomas. Por ello, los animales sanos pueden contagiarse a través de estas secreciones inhalando el virus, que se distribuye por todo el organismo.
2. Factores que intervienen en la evolución
Los casos de moquillo son diferentes y evolucionan de forma distinta dependiendo de varios factores:
- Edad del perro: como hemos mencionado antes, el virus es más agresivo cuando infecta a un cachorro que tiene el sistema inmune inmaduro y las defensas “incompletas” por no haber sido vacunado.
- Vacunación: es muy importante que el perro esté vacunado y que se revacune con el paso de los años para protegerle de la enfermedad.
- Salud del animal: un perro bien alimentado, que realiza ejercicio de forma habitual y que acude a la clínica a las revisiones propuestas, será un animal capaz de enfrentarse con mayores posibilidades de éxito.
- Estado del virus: los virus varían y mutan, lo que hace que algunas de sus mutaciones sean más agresivas con el animal.
3. ¿Cuáles son los síntomas que manifiesta y su diagnóstico?
Los síntomas de esta enfermedad son variables: decaimiento, fiebre, mocos y diversos síntomas nerviosos. Además, existen varios grupos de síntomas:
Síntomas generales:
- Forma respiratoria: respiración fatigosa, secreción nasal y tos (como con silbidos).
- Forma digestiva: suele aparecer gastroenteritis, con presencia de vómitos y diarrea.
- Forma cutánea: la dermatitis es la principal manifestación, con un engrosamiento de la piel más evidente en la zona de la nariz y en las almohadillas de las patas.
- Forma ocular: con los signos habituales de conjuntivitis (lagrimeo, parpadeo continuo…).
Síntomas nerviosos:
- Forma nerviosa: pueden presentarse en forma de ataques súbitos o con síntomas de aparición progresiva; incluso pueden aparecer cuando la recuperación del animal se está produciendo.
Sobre el diagnóstico
Diagnosticar esta enfermedad no es sencillo. Puede hacerse un diagnóstico a través de los síntomas, pero la confirmación e interpretación en el laboratorio no siempre aporta resultados convincentes. Algunos perros han sido vacunados y presentan síntomas del moquillo, por lo que la lectura no es del todo precisa. Es decir, hay animales que en realidad no tienen la enfermedad pero dan ‘falso positivo’ en la analítica.
4. ¿Cómo puede tratarse?
En los casos en los que no llegan a presentarse síntomas nerviosos el tratamiento puede ofrecer buenos resultados. Pero, en el caso de que el perro presente síntomas nerviosos, el pronóstico no es tan favorable, su curación es más complicada.
Al tratarse de una infección causada por un virus, no existe un tratamiento específico, por lo que se tratan los síntomas:
- La deshidratación mediante aportación de fluidos (orales o intravenosos, dependiendo del estado general del animal).
- Las infecciones secundarias mediante tratamientos antibióticos específicos.
- Los síntomas nerviosos con medicamentos que favorecen la protección y el tratamiento del sistema nervioso.
Por ello, el seguimiento al pie de la letra de las recomendaciones del profesional veterinario en el calendario vacunal es la forma más eficaz y segura para resguardar la salud de nuestro amigo.
Tu veterinario es esencial en el cuidado y salud de tu mascota.
ENCUENTRA UN VETERINARIO